La vida es un carnaval
El Carnaval es una fiesta de tradición popular existente desde hace siglos. Es un acontecimiento en el que el alumnado y los adultos disfrutan mucho.
La escuela debe
aprovechar el interés que existe en el alumnado sobre esta fiesta para
trabajarla de forma globalizada. Por ello, los disfraces y el maquillaje son un
elemento motivador y un medio adecuado para la representación de la realidad
mediante el juego simbólico. Para el alumnado, asumir otro rol le ayuda a
explorar su personalidad, vencer la timidez, y experimentar nuevas formas de
relacionarse con sus compañeros/as de clase. (García, 2013).
En la actualidad, se ha
producido diversos cambios en la vida de las personas que provocan una gran
preocupación a la sociedad, como pueden ser, la degradación del medio, el alto
índice de violencia, el consumo indiscriminado, la discriminación hacia las personas
por razón de sexo o raza. La escuela tiene un papel fundamental para acabar con
estas realidades, por lo que debe trabajarlas con el alumnado para que
adquieran una formación para actuar como miembros autónomos y saludables. Para
ello, el Carnaval junto a la Educación en Valores son instrumentos idóneos.
Los valores que podemos
abordar a través de la música y las letras se pueden clasificar de la siguiente
forma: Educación Moral y Cívica y para la Paz; Educación para la Igualdad de
oportunidades entre los sexos; Educación para la Salud; Educación Ambiental;
Educación del consumidor y Educación Vial. (León, 2009).
A continuación, mostramos
un vídeo sobre un aula de infantil de 4-5 años, los niños y las niñas disfrazados
están realizando un baile sobre una canción de carnaval.
La música y el carnaval son
dos conceptos que están interrelacionados, pues la celebración de esta fiesta
siempre va acompañada de música y baile, como bien se observa en este vídeo.
Por lo tanto, es necesario que el alumnado disfrute de esta fiesta, que se
disfracen, canten, bailen y compartan su felicidad con sus compañeros/as.
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